WhatsApp fue el primero en ser popular y eso se nota: se ha convertido en la opción estándar en el envío de mensajes entre móviles y los que no lo tienen instalado, lo hacen más por tratarse de una exclusión consciente que por un despiste. Sin embargo, ser la más usada y omnipresente paga también sus peajes: la saturación y el exceso de mensajes pueden arruinar a uno la experiencia o, en el peor de los casos, hacer que se mire con desdén al móvil cada vez que llega una notificación. Sin embargo, existe una gran cantidad de opciones alternativas al WhatsApp, y de hecho, esta aplicación de mensajería no triunfa en todos los mercados (en Estados Unidos, por ejemplo, su uso es casi testimonial).
¿Por qué puede resultar interesante buscarse un canal alternativo a WhatsApp? La saturación de este medio hace que, en ocasiones, contactar con algunas personas resulten complicado, y entre amigos o familiares, utilizar una aplicación de nicho puede resultar muy positivo ya que el usuario sabrá que todas las notificaciones que vengan por esa vía serán de valor. Ahora bien ¿cuál escoger?
Telegram
Se trata de la gran alternativa, por popularidad, al WhatsApp en España y posiblemente se trate de la que haya acogido en mayor medida a los desencantados de la plataforma dominante. A su favor cuenta con la posibilidad de utilizarse de forma simultánea en varios equipos ya que se trata de un servicio basado en la nube; también permite el uso de chats secretos, mediante los cuales las conversaciones pueden autodestruirse y se informa al remitente si se efectúan capturas de pantalla.
Otro punto a favor de Telegram reside en la posibilidad de crear alias, de manera que podamos compartir nuestra cuenta con un nombre fácilmente recordable. Esta aplicación cuenta además con cifrado de extremo a extremo y es muy similar a WhatsApp en el grueso de sus funciones, pero en su contra juega que todavía no permite efectuar videollamadas y para los más paranoicos, que este servicio no tiene un modelo de negocio real: preguntado abiertamente sobre el asunto a Pavel Durov, su fundador, la respuesta fue un “no hay” que puede despertar las suspicacias de quien piense que se mantienen todos los costos de una plataforma millonaria de forma altruista.
Messenger (Facebook)
No todo el mundo lo sabe, pero el Messenger de Facebook es la aplicación de mensajería más utilizada del mundo, seguida muy de cerca por WhatsApp, también de su propiedad. Otro mito que rodea esta aplicación es que es necesario contar con un perfil en Facebook: para darse de alta en Messenger basta con un número de teléfono móvil. Esta aplicación ofrece algunas funciones que la hacen destacar del resto como la posibilidad de efectuar llamadas y videollamadas en grupo o instalar juegos y bots (estos últimos también están disponibles en Telegram), con el contenido que más nos interese.
Messenger es también multiplataforma y puede instalarse de forma simultánea en varios dispositivos. En lo que respecta a la seguridad, esta aplicación cuenta con cifrado de extremo a extremo, pero debe activarse en las opciones de la app móvil (activar «conversaciones secretas»).
Viber
Fue la primera aplicaciones que permitió las llamadas entre contactos, e incluso sin tener descargada la aplicación ya que sólo se necesita un mensaje. Ahora es una Red Social donde se puede jugar y seguir chats públicos.
Line
Su principal ventaja son la variedad de emojis y stickers que nos entrega para comunicarnos. Además tiene una opción para crear álbumes de fotos para compartir con tus amigos.
SnapChat
Es una aplicación que se ha vuelto popular entre los jóvenes, con ella puedes compartir videos y funciona como una Red Social, además te informa cuando tus amigos están en línea. Otro dato interesante es que puedes acceder a contenido de MTV, Cosmopolitan y CNN.
Hangouts
Hangouts es una plataforma de comunicación desarrollada por Google y cuenta con mensajería instantánea.
Si tienes más alternativas al WhatsApp puedes escribirnos contándonos ¿Qué tal te va con esa aplicación?